Una de las especialidades que puede abarcar la logopeda infantil es la atención temprana, atendiendo a los niños de entre 0 a 6 años que tienen algún trastorno, a su familia y a su entorno.
La Atención Temprana no solo trata a los niños que ya presentan un trastorno, sino también a aquellos que están en riesgo de padecerlo. Esto quiere decir que niños que hayan sido prematuros (aquel bebé que haya nacido antes de las 32 semanas de gestación o pesen menos de 1500 gramos) o las unidades familiares con embarazos a partir de los 35 años deben ir a atención temprana para evitar posibles retrasos en el desarrollo del bebé.
En el momento que se detecte alguna alteración en alguno de los hitos del desarrollo evolutivo del niño o se sospeche que éste no presenta el ritmo esperable, es necesario acudir a la logopeda especialista en Atención Temprana para obtener una correcta evaluación y una intervención lo más rápidamente posible.
En Centro Óptima queremos ayudarte a resolver todas tus dudas y aconsejarte en todo lo posible para que tu hijo pueda realizar un buen trabajo tanto a nivel profesional como familiar.
Contamos con logopedas especialistas en Atención Temprana que realizan la evaluación, diagnóstico, intervención y seguimiento de aquellos niños que tienen riesgo de presentar un trastorno del desarrollo y a aquellos niños que ya lo presentan, tanto si estas dificultades permanecen en el tiempo u ocupan solo un periodo de tiempo determinado.
Pero, antes de comenzar a hablar sobre las áreas que abordamos en atención temprana, deberíamos conocer qué es la atención temprana y las personas que deben acudir a este servicio.
En el Libro Blanco de la Atención Temprana (GAT, 2000), se recoge la siguiente definición:
“Se entiende por Atención Temprana el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastorno del desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos”.
Los objetivos de la Atención temprana son reducir los efectos de las discapacidades, optimizar el curso del desarrollo del niño, introducir mecanismos de compensación (como pictogramas para ayudar a la comunicación), atenuar los déficits asociados y cubrir las necesidades de la familia.
Deben acudir a Atención Temprana todos los niños y niñas que se encuentren en: riesgo biológico (como riesgo neurológico, riesgo sensorial visual o auditivo), riesgo socio-ambiental (como embarazo accidental traumatizante, conflictos en el núcleo familiar, separación del núcleo familiar, entornos no estimulantes, madres adolescentes u otros factores) y trastornos del desarrollo (como trastorno en el desarrollo motriz, trastorno en el desarrollo cognitivo, trastorno en el desarrollo del lenguaje, trastorno generalizado del desarrollo, trastorno de la conducta, trastorno emocional, trastorno en el desarrollo de la expresión somática y retraso evolutivo).
No existe una edad para comenzar a acudir a Atención Temprana. La detección puede ser hecha por los padres, pediatras, profesores, logopedas u otras personas que se encuentren en contacto con el menor. Más adelante, ofreceremos más información acerca de estos hitos del desarrollo.
Trabajamos todas las áreas del desarrollo, que son:
Desarrollo motor, que es necesaria para el control postural y el movimiento.
Cognición, que es la que nos permite comprender el entorno que nos rodea, así como a organizar nuestra información mental.
Lenguaje, que es aquel que nos permite comunicarnos, ya sea a través de sonidos, gestos o símbolos.
Socialización, que nos permite saber relacionarnos con otras personas.
Autoayuda, que es la que nos permite realizar las acciones de nuestra vida diaria por nosotros mismos.
Además, ofrecemos pautas a la familia para que puedan seguir trabajando con sus hijos en casa si así lo desean.
Podemos definir como hitos del desarrollo aquellos comportamientos o destrezas que observamos en los niños a medida que estos crecen. A continuación, mostraremos una tabla sobre los hitos del desarrollo:
| De 0 a 6 meses | De 6 a 12 meses | De 12 a 24 meses | De 2 a 4 años | De 4 a 6 años |
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Desarrollo motor | Levanta la cabeza y se prepara para gatear | Gatea y se pone de pie (sus primeros pasos) | Anda y aprende a subir escalones | Aprende a montar en bicicleta | Salta, trepa y baila |
Cognitivo | Atiende tanto a los estímulos visuales como sonoros | Aumenta su independencia y curiosidad | Muestra más interés por los juguetes y libros | Presta atención por el dibujo | Comienza a vestirse solo, gana autonomía |
Lenguaje | Se comunica por el llanto y las sonrisas. Balbucea | Dice sus primeras palabras | Comienza a unir palabras pero con frecuencia se equivoca | Su lenguaje es eficaz, presentando aún algunos problemas con fonemas | Es capaz de expresar emociones y pensamientos |
Social | Dependiente de sus padres | Muestra interés por los grupos | Va perdiendo el apego con sus padres y busca a otros niños | Comienza con las rabietas | Disfruta de los juegos en grupo |
Si tienes alguna duda respecto a algunos de los hitos del desarrollo o necesitas información sobre cómo estimular sus capacidades, consulta con un logopeda especializado en Atención Temprana.
Durante el desarrollo del lenguaje, se puede observar la etapa prelingüística (desde el nacimiento hasta los doce meses) donde el niño comienza a decir sus primeras palabras y la etapa lingüística, donde ya se comienza a usar las palabras para relacionarlas con los objetos.
Es importante saber que el desarrollo de cada uno es único, por lo que los datos aportados a continuación son una guía aproximada.
A partir de los 2 años, es cuando aparece la explosión del lenguaje, aumentando su vocabulario hasta aproximadamente las 272 palabras.
Durante el desarrollo psicomotor, el niño va adquiriendo habilidades que se pueden observar durante la infancia.
Como se dijo en el apartado anterior, el desarrollo de cada niño es único, por lo que los datos aportados a continuación son una guía aproximada.