AÑO NUEVO, VIDA NUEVA Y NUEVOS PROPÓSITOS

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA Y NUEVOS PROPÓSITOS

Nuevos propósitos

Estrenamos este año 2014 con un abrazo y un deseo de felicidad a todas las personas con las que compartimos nuestra vida desde los primeros minutos del día de Año Nuevo. Y con ese rumbo realizamos un balance del año que despedimos y nos fijamos nuevos propósitos. Aprender nuevos idiomas, hacer más deporte, dejar de fumar o perder peso son algunos de los más frecuentes.

¿Por qué esta costumbre de fijarnos nuevos propósitos? Ya decía Séneca que  «No llega antes el que va más rápido sino el que sabe adónde va«. Psicológicamente los propósitos como logros acercan lo que SOMOS a lo que nos gustaría SER, hacer y tener.

El cambio de año es un momento estupendo para realizar un balance personal, acerca de hacia dónde nos queremos encaminar, con una mirada hacia atrás  con la que revisamos qué metas,  hemos logrado alcanzar y qué obstáculos explican que abandonáramos alguno de nuestros objetivos.

El ser humano es dinámico, nuestro cerebro necesita retos que le estimulen. Con los propósitos  salimos de nuestra zona de confort y nos superamos.

Comprometernos con nuevos propósitos nos permite soñar con el logro, el éxito, y gracias a nuestra imaginación, disfrutar por el solo hecho de tener esos sueños.

Para vivir la vida que quieres te facilitamos unos consejos desde la psicología. Y ahora, manos a la obra.

Decálogo para alcanzar los Nuevos Propósitos:

1. Reflexión: QUÉ, PORQUÉ, CUÁNDO Y CÓMO. Qué queremos cambiar y porqué razones. Entendidas estas como un deseo de mejora personal. Ligadas al sentido de nuestra vida y nuestros valores. Y siempre que sea posible con una motivación positiva (sustituir “quiero perder peso” por “quiero tener una alimentación saludable”).

2. Elegir 1 ó 2 propósitos: del listado previo, decidiremos cuál es más importante y urgente, es decir, priorizar.

3. Ser realistas: los estudios reflejan que nuestra naturaleza nos lleva a establecer metas muy altas y a caer muy pronto. Ejemplo: si la meta es “practicar deporte” y participar en una maratón, empezaremos corriendo trayectos cortos y no 10 km.

4. Formulación de la meta: concretas y descriptivas (reformular “estar mejor” por “quiero pesar 60 kg.) Positiva, evitando las negaciones (no, sin) y las comparaciones (mejor, más, menos)

5. Dividir nuestro propósito en pasos más sencillos para que sea medible su consecución. Evaluarnos por el proceso, no tanto por los resultados. Ej. “quiero perder peso” lo divido en “hago un desayuno completo + realizo 5 comidas diarias + introduzco 2 frutas/día”.

6. Escribirlo en un cuaderno y confeccionar un sistema de señales recordatorias (papelitos adhesivos, destacar en el calendario) para verlo a diario y facilitar la toma de conciencia y el compromiso elegido.

7. Establecer un plan con fecha de arranque, desde las tareas sencillas a las más difíciles, ya que necesitamos practicar repetidamente una conducta para que se convierta en un hábito.

8. Manejar los retrocesos o recaídas (volver a fumar un cigarrillo), evitando el autocastigo y el abandono. Asumir que el camino de superación personal no es una línea recta, en ocasiones es en zig-zag. Ante la recaída, detectar cuáles han sido los obstáculos que me han llevado a retroceder. Y levantarnos para seguir avanzando.

9. Comunicar y compartir nuestra decisión a familiares y amigas/os. Pedirles ayuda si es necesario. Podemos encontrarnos con algunos con los que compartamos objetivos y poder establecer una relación de ayuda mutua.

10. Celebrar los logros intermedios, autorreforzarnos, de esta forma aumentamos las posibilidades de éxito.

Hoy día 15 de enero tenemos 350 oportunidades, una cada día, para disfrutar el camino de superación personal que hayamos elegido.

Amalia Ortega