R1. Para evitar esos nervios en la entrevista personal, es muy recomendable trabajar la autoestima, las habilidades de comunicación y el autocontrol emocional, así como la realización de simulacros de entrevista para perder el miedo a un contexto de evaluación y garantizar más seguridad y control de la situación.

R2. Existen algunas pautas que podemos practicar para posponer el deterioro que se produce en las funciones mentales debidos a la edad. Lo recomendable sería realizar ejercicios intelectuales, como practicar juegos de mesa, hacer crucigramas, puzles, etc. Tener contacto con amigos, amigas y familiares. Dedicar tiempo para realizar actividades que nos hagan sentir bien, como ayudar a los demás, ir a pasear por la playa, escuchar música… junto con una alimentación sana y equilibrada, acompañada de ejercicio físico ajustado a la edad que tengamos.

R3. Las personas podemos cambiar si queremos y lo decidimos. Con frecuencia la vivencia de un evento doloroso, nos hace tomar decisiones para evitar cometer el mismo error en el futuro y adaptarnos a cada situación de una forma satisfactoria.

R4. Es la gran pregunta, una de las más frecuentes. Hay aspectos genéticos que determinan las características físicas y una tendencia temperamental.
La mayoría de nuestros comportamientos se explican por rasgos de personalidad que  hemos ido adquiriendo a través de la experiencia y de la educación con nuestra familia, amistades, entorno y cultura. Por lo tanto, creemos que somos una suma de hábitos adquiridos de pensamientos, emociones y conductas que interaccionan con los genéticos. La psicología nos ayuda a evitar y manejar comportamientos y rasgos desadaptativos y  aprender otros  nuevos más saludables.

R5. Si bien las personas catalogadas como ‘locos’ pueden necesitar ayuda psicológica y psiquiátrica, muchas otras situaciones en nuestra vida (ruptura de pareja, conflicto familiar, etc.) pueden aconsejar también que se busque ayuda de un psicólogo para familias, psicólogo infantil o psicólogo sanitario. Las psicólogas son especialistas en ayudar a las personas, la inmensa mayoría personas normales con problemas normales.

Sí es cierto que ir al psicólogo conllevaba hasta hace poco cierta estigmatización social, que está desapareciendo, pues nuestra sociedad está aceptando como algo muy normal y saludable acudir al psicólogo.

R6. Una terapia no tiene necesariamente que ser larga. Dependerá de muchos factores, como el tipo de problema o si hay más de uno, el tiempo que hace que se mantiene, la confianza en el cambio, la confianza en la psicología, y  la implicación de la persona en la terapia. En general se suelen ver efectos a las 12 sesiones (tres meses a una sesión semanal).

Suelen presentarse muchos motivos de consulta. Algunos pueden ser dudas puntuales en algún tema (laboral, de pareja) que con muy pocas sesiones se pueden resolver.

R7. Es muy habitual. La mayoría de personas evitan ir al psicólogo a pesar de necesitarlo, ya que aún hay muchos prejuicios sociales. En las primeras sesiones muchas personas están nerviosas porque sienten vergüenza por los motivos de consulta y por no ser capaces de resolverlos solos.

Son errores importantes que se han de afrontar. Reconocer las necesidades y asumir que pedir ayuda es un derecho asertivo, facilita afrontar la vergüenza y romper el hielo viniendo a la primera visita. La confianza con el psicólogo eliminará la vergüenza y la ansiedad en las siguientes visitas.

R8. La principal diferencia es que el psicólogo no basa la intervención en medicamentos y el psiquiatra en cambio, sí. El psicólogo suele ser más experto en terapias, utiliza el diálogo y la reestructuración para provocar la mejoría. En el modelo de intervención psicológico el cliente siempre es el protagonista de los cambios.

R9. Creo que es una opción muy legítima que es elegida por bastantes personas, tanto en el campo personal como el profesional. La psicología positiva, y los programas de Crecimiento Personal le ayudarán a alcanzar su objetivo.

R10. Sí, las dislalias funcionales enlentecen y pueden afectar el proceso lectoescritor. Cuando un niño tiene alteraciones en los sonidos de las letras (fonemas) y se encuentra en el proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura, los fonemas que omite, sustituye o distorsiona puede que se vean reflejados a la hora de escribir, ya que en este proceso nuestra mente realiza la conversión grafema-fonema y viceversa, por lo que si el sonido no es producido correctamente puede que no sea escrito y leído de forma correcta.

R11. La deglución atípica es cuando nuestro hijo/a presenta un patrón deglutorio alterado, es decir, su deglución no se realiza de forma correcta y por lo tanto puede provocar malformaciones dentarias. Cada día son más los casos diagnosticados por los dentistas y correctamente derivados al logopeda, que es el profesional que debe realizar la intervención.

Una vez adquirido el patrón deglutorio normal se puede iniciar el tratamiento odontológico, realizando un seguimiento durante el tratamiento por el logopeda para asegurarse de que el patrón deglutorio se ha instaurado en el paciente de forma correcta.

R12. Sí, en Centro Óptima podemos asesorarte sobre cómo solicitarlas, atendemos a niños y niñas que son beneficiarios de becas. Te invitamos a que contactes con nosotras para informarte de las bases de las becas y cómo acceder a ellas. Te ayudaremos y guiaremos en todo el proceso.

R13. El “taping” es un vendaje neuromuscular, también conocido como Kinesio Tape y es utilizado en logopedia como complemento a la terapia miofuncional en casos de estética facial, hipotonía e hipertonía muscular, alteraciones de deglución, sialorrea (babeo), disfagias, disfonías, parálisis facial, respiradores orales, etc.

R14. No, la atención temprana no solo trata a los niños que ya presentan un trastorno, sino también a aquellos que están en riesgo de padecerlo.

Los objetivos de la atención temprana son optimizar el curso del desarrollo del niño, reducir los efectos de las discapacidades, introducir mecanismos de compensación (como pictogramas para ayudar a la comunicación), atenuar los déficits asociados y cubrir las necesidades de la familia.

Además, si se trata de niños que hayan sido prematuros (aquel bebé que haya nacido antes de las 32 semanas de gestación o pesen menos de 1500 gramos) o las unidades familiares con embarazos a partir de los 35 años deben ir a atención temprana para evitar posibles retrasos en el desarrollo del bebé.

R15. Trabajamos todas las áreas del desarrollo, que son: el desarrollo motor, que es necesaria para el control postural y el movimiento; cognición, que es la que nos permite comprender el entorno que nos rodea, así como a organizar nuestra información mental; lenguaje, que es aquel que nos permite a comunicarnos, ya sea a través de sonidos, gestos o símbolos; socialización, que nos permite saber relacionarnos con otras personas y autoayuda, que es la que nos permite realizar las acciones de nuestra vida diaria por nosotros mismos.

R16. La dislexia es un término alternativo al Trastorno del Aprendizaje (lectura de palabras imprecisa o lenta) caracterizado por una dificultad  en el reconocimiento de palabras de forma precisa, deletrea mal y baja capacidad ortográfica en personas que no tienen problemas visuales, auditivos ni incapacidad intelectual para dicha tarea.  Es importante  diagnosticarlo de forma temprana para evitar repercusiones en el aprendizaje y en el desarrollo del niño, ya que la dislexia está relacionada con bajo rendimiento escolar, baja autoestima y problemas de conducta. Es recomendable la consulta a una pedagoga que realizará la correspondiente evaluación, diagnóstico e intervención sobre las necesidades específicas de la niña.

R17. Si, en terapia de pareja se puede trabajar con sólo un miembro de la pareja, ya que se generarán cambios favorables que mejoraran la dinámica de la relación. Si a un miembro de la pareja se le propone, pero no está motivado o preparado, o simplemente no quiere, no se le puede obligar o convencer.

R18. Lo primero es ver qué sabe él del tema, a la vez de intentar descubrir que hay detrás de esa duda que nos plantea. Contestaremos atendiendo a su edad y a su vocabulario, eso sí, dar siempre una respuesta. Nuestra respuesta será corta y clara (no dar rodeos, ni alargarnos en el discurso, porque sólo lo confundiremos más). Repetiremos la respuesta y comprobaremos que nuestro hijo lo ha entendido.